sábado, 28 de agosto de 2010

EDIFICIO EN GUADUA




Edificio en guadua de 5.130 metros cuadrados construyó manizaleño Simón Vélez en México

Ubicado en el Zócalo de la capital de ese país, es la estructura perecedera más grande que se ha hecho en ese material.

Se construyó entre noviembre del 2007 y enero de este año para el artista canadiense Gregory Colbert, quien lo necesitaba para mostrar Cenizas y nieve, su obra sobre la comunión entre los animales y los hombres. que recoge años de viajes en fotos y videos.



La construcción ocupa gran parte de la inmensa plaza , una de las más grandes y simbólicas de América, por los monumentos coloniales y precolombinos que la rodean. Luego del 27 de abril, cuando termine la exposición. la estructura desaparecerá.

Para levantarla, cerca de 200 obreros mexicanos y 37 colombianos expertos en el material utilizaron 9 mil guaduas que en su punto más alto llegan a los 15 metros.

Las guaduas fueron inmunizadas con métodos naturales y llevadas en 27 contenedores desde el Eje Cafetero.

"En julio pasado -cuenta Vélez-- Colbert me citó en Tokio para un almuerzo con Emilio Azcárraga Jean (el magnate mexicano de la televisión) pues él financiaría parte de la exposición en El Zócalo. Les mostré el proyecto y les gustó".

La propuesta también fue acogida por el Instituto Rolex y el gobierno del Distrito Federal. Así que lo demás fue ejecutar el proyecto.

Antes de la construcción, se hizo un prototipo en Chinchiná (Caldas) de 200 metros cuadrados que resistió cargas de 23 toneladas (tanto como una tractomula) y jalones horizontales. Su deformación, luego de tres días, fue de tan solo 15 milímetros y tuvo una recuperación (una vez quitadas las cargas) de 14 milímetros. Según el arquitecto, mejor que lo que se puede esperar del hierro.

"Yo lo diseñé según las necesidades de Colbert. El museo sigue siendo una evocación de El Arsenal que es un edificio que le gusta y que funciona bien para su obra", comenta el arquitecto.

En el espacio de tres naves -"Es como una iglesia de pueblo", acota Vélez- hay dos galerías, un teatro grande y dos pequeños.

"Como el piso de El Zócalo no se puede intervenir, usamos sacos de arena para detener el agua y pusimos gatos hidráulicos para sostener la estructura", explica el arquitecto.

Ésta también se apoya en contenedores y, como pesa tan poco, las columnas, adornadas con raíces en el tope, no sostienen el techo sino que están colgadas de él, de manera que su peso ayuda a que no lo dañe el viento.

Dos espejos de agua, que recorren los espacios de exposición junto a las paredes (soportes del edificio), ejercen peso adicional para mantener la estructura en el suelo.

la exposición

Cenizas y nieve ofrece más de 50 trabajos fotográficos y tres videos. La entrada es gratuita y, según datos conocidos por Vélez, han ingresado 60 mil personas por día (calculaban que entrarían 12 mil por jornada), lo que se convierte en otro récord.

La exposición va por distintas partes del globo desde el año 2002 cuando expuso por primera vez en en el famoso edificio El Arsenal, de Venecia (donde se realiza la bienal).

Defensa de la guadua

"A mí lo que más me gusta es construir casas de campo, porque es posible hacer arquitectura", dice Simón Vélez, quien, con su sombrero de Sandoná (los de Aguadas no pasan su control de calidad) parece más un finquero que un arquitecto. Más cuando camina por su casa de La Candelaria, donde tiene una jardín que crece como selva.

Allá también tiene columnas y pórticos, leones, dioses hindúes y ángeles. "Los consigo en demoliciones. Este pórtico lo mandó tumbar un alcalde ignorante para hacer un parque. No hay derecho que una obra hecha para durar toda la vida la tumben".

Vélez dice que su verdadera escuela fue la práctica. "En la universidad (de Los Andes) no aprendí nada, porque uno aprende trabajando. Hay gente que estudia tanto que no tiene tiempo de aprender".

Viaja mucho porque lo llaman para que construya o enseñe sobre la guadua, aunque no es fanático y en sus obras no duda en inyectar cemento o poner aluminio, vidrio o piedra donde sea indispensable.

Pero, por supuesto, defiende la guadua a capa y espada. "En Colombia, la mayor parte de la gente autoconstruye. Empiezan con guadua y bahareque y terminan con cemento. Es como si construir con guadua fuera de pobres. El cemento sin normas técnicas es un peligro".

"La guadua ni siquiera es sismorresistente sino sismoindiferente -agrega-. Además, para producir acero se consume oxígeno y se genera monóxido de carbono, mientras que una guadua genera oxígeno, absorbe el monóxido y su resistencia está probada".

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